5.4. Buenas prácticas en el trabajo con alumnos de origen inmigrante (uno a uno)

Actividades realizadas por los profesores del Complejo Escolar de Wohyń (Zespół Szkół im. Unitów Podlaskich w Wohyniu, Polonia) para refugiados y alumnos extranjeros

Autores: Barbara Banaszczyk, Dorota Blicharz, Agnieszka Juszczyńska, Renata Korczak, Teresa Kowalczyk – profesores del Complejo Escolar de Wohyń.

Los alumnos extranjeros asisten a la escuela desde 2008. Constituyen (en promedio) del 8 al 15% de los alumnos de la escuela. Desde el momento en que se recibe la información sobre la llegada de un alumno extranjero a la escuela, los profesores inician el proceso de creación de un entorno escolar amigable, que permita introducir a los alumnos en la nueva estructura educativa de forma segura.

El respeto a las personas puede manifestarse de muchas maneras, pero principalmente al respetar las tradiciones y costumbres que son importantes para ellas. Cuando la escuela trabaja con alumnos de diferentes nacionalidades, intenta mostrar la belleza de cada cultura creando diversos proyectos y eventos interculturales.

Se han realizado más de una docena de proyectos interculturales con la participación de alumnos extranjeros. Muchas de estas actividades tenían como objetivo representar la expresión teatral, artística, deportiva o periodística. Los alumnos extranjeros han sido coautores de los murales. La pintura del interior del edificio de la escuela que está en las paredes del pasillo muestra las cualidades de un alumno de secundaria, estas están escritas en todos los idiomas que hablan los alumnos de la escuela. También hay dos murales en el exterior. Uno de ellos presenta los contornos de edificios característicos de las diferentes culturas y naciones de origen de los alumnos de la escuela. El segundo representa las principales actividades deportivas en forma de siluetas, en concreto, siluetas de atletas que fueron pintadas usando la propia silueta de los alumnos extranjeros. Desde hace más de 11 años, los murales simbolizan el objetivo de la escuela de crear un entorno agradable para los alumnos extranjeros.

Ahora bien, muchos malentendidos al comienzo del trabajo con un alumno extranjero surgen de la diferente comprensión de la edad adulta en Polonia, por ejemplo, en los países de la Federación Rusa, un joven de 16 años ya es tratado como un adulto, por lo que, por ejemplo, puede fumar cigarrillos. La escuela informa al alumno y a sus padres sobre estas discrepancias durante las primeras reuniones con ellos.

Del mismo modo, la escuela nunca puede estar segura de cuánto tiempo trabajará con un alumno extranjero/de origen inmigrante. Esto se aplica en particular a los alumnos procedentes de familias de refugiados. Por ello, las escuelas deben tratar de dotar al alumno de las competencias que lo distinguirán como ciudadano del mundo. En particular, se esfuerzan por obtener fondos de diversas fuentes para impartir clases adicionales que mejoren las competencias de los alumnos y clases de recuperación dedicadas a los alumnos extranjeros, que les dotarán de habilidades sociales, lingüísticas (centrándose especialmente en el inglés, ya que les permitirá comunicarse en todos los países), matemáticas y científicas, así como digitales.

Por otro lado, la escuela recauda fondos para impartir clases adicionales en las que los alumnos pueden aprender el idioma del país de acogida y el inglés. En estas clases, los grupos son pequeños (5-8 alumnos) y los alumnos se dividen en equipos con competencias similares. Las clases pueden tener lugar en cualquier momento acordado con el profesor, también con el uso de técnicas de aprendizaje a distancia. El resultado de estas clases es un aprendizaje/adquisición más rápido de la lengua del país y un mayor dominio del inglés que facilita la comunicación.

Asimismo, se recaudan fondos para las clases de refuerzo, según las necesidades de una clase y un grupo de alumnos determinados (por ejemplo, alumnos extranjeros). En los cursos 0-3 (en el sistema educativo polaco, edad de los niños: 6-10 años) estas clases se centran en las matemáticas y las ciencias, mientras que en los cursos 4-8 (edad de los niños: 11-15 años), en la enseñanza de otras asignaturas. Gracias a estas clases, los alumnos adquieren fácilmente conocimientos de matemáticas, física y química, y aprenden la terminología técnica, que es la base de la comunicación durante estas clases.

Otro tipo de apoyo consiste en animar al alumno extranjero a participar en actividades extraescolares que desarrollen sus competencias sociales o que se interesen por un pasatiempo como, por ejemplo: el deporte, el arte (teatro, fotografía o piano). Para superar los problemas de desplazamiento y adaptación, la escuela utiliza la ayuda de un compañero. También resuelve todas las dificultades relacionadas con el escaso dominio de la lengua del país de acogida.

Ahora bien, cada alumno inmigrante es un reto para la educación y el espacio escolar.

Dado que la escuela es consciente de que, por ejemplo, puede ingresar un alumno extranjero mudo, uno de los profesores realizó un curso de comunicación en lengua de signos.

También, se ha instalado un sistema de barandillas de apoyo para un alumno extranjero con discapacidad física y en la oficina de la escuela hay una secretaria que habla cuatro idiomas. Asimismo, se ha organizado un curso de inglés de dos años para el profesorado y la mitad del personal docente sabe hablar ruso.

Con respecto a los espacios comunes dentro de la escuela, la mayoría de los alumnos extranjeros suelen pasar tiempo, ya sea en la biblioteca o en la sala común de la escuela.

Por ello, los bibliotecarios ofrecen clases adicionales de conversación en polaco. Además, durante su estancia en la sala común, los alumnos pueden hacer sus deberes bajo la tutela de los profesores.

En relación con los aspectos intrínsecos de los alumnos, pasar de la niñez a la adolescencia es un período en la vida de toda persona que implica la búsqueda de la identidad y de expresión de la individualidad, mostrando al mismo tiempo una gran necesidad de aceptación. Hay muchas tensiones y conflictos entre los alumnos de la escuela en general, pero también entre los alumnos extranjeros. Cada centro escolar debería desarrollar métodos originales de resolución de problemas derivados de las dificultades de adaptación de un alumno extranjero, en colaboración con un pedagogo, un psicólogo y un asistente intercultural. Por ello, la escuela ha elaborado documentos que tratan sobre el respeto, la empatía, la cooperación, la independencia y la gratitud y que ayudan a resolver problemas.

Durante el cierre, la escuela proporcionó equipos de aprendizaje a distancia. Todos los alumnos extranjeros que lo necesitaban recibieron de la escuela equipos para la enseñanza a distancia.

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