Hemos visto ampliamente que los métodos de educación intercultural están relacionados con las capacidades y posibilidades de inclusión, participación y cooperación.
Si hablamos de estrategias, tenemos que considerar diferentes niveles,
– Emocional: veamos qué estrategias poner en juego (talleres de arte y teatro).
– Educativo: lenguaje, pequeños grupos de apoyo y de recuperación.
– Ambiental: entorno educativo específico.
– Implicación de los padres y otros organismos educativos.
Empezaremos por la base: la implicación de los miembros importantes de la familia.
Supongamos, por ejemplo, que los profesores se implican en el crecimiento de los alumnos de forma transversal, e imaginemos que hay un gran equipo de trabajo entre preescolar y primaria, por lo que hay un buen traspaso entre el personal, con el objetivo de acompañar a los alumnos en su crecimiento. Si queremos seguir las directrices de la educación intercultural, no debemos olvidar la importancia fundamental de la familia y de otros organismos educativos que puedan estar involucrados.
Por lo tanto, los profesores pueden imaginar la necesidad de reunirse con los padres al principio del año o cuando entran en clase, para recoger información sobre los niños, sus impresiones y sus expectativas y disponibilidad. No olvidemos que los padres son las personas que mejor conocen a sus hijos, y que, si activamos un proceso cooperativo y no jerárquico, pueden marcar la diferencia en el acompañamiento del alumno.
Los profesores, enseguida se daremos cuenta de si la familia habla adecuadamente el idioma del país de acogida y, si no es así, puede ser conveniente buscar mediadores culturales que puedan hacer que los miembros de la familia se sientan acogidos y comprendidos.
Aunque ya tengas alguna información, sería interesante recabar de ellos alguna información sobre el viaje realizado.
– ¿Cómo ha ocurrido?
– ¿Ha habido una separación del núcleo familiar durante mucho tiempo?
– ¿Qué hacen los niños ahora?
– ¿Asisten a alguna actividad extraescolar o a algún lugar educativo?
– ¿Están solos o pueden contar con una comunidad que les apoye?
– ¿Cómo fueron sus otras experiencias escolares?
Estas preguntas no pretenden tanto comprender el nivel de angustia como identificar los recursos disponibles: ¡no olvidemos que el centro de atención es el niño!
Si estas preguntas se formulan con auténtica curiosidad (según IE) y no como una “inquisición”, los profesores pueden estar suficientemente seguros de que crean un espíritu de cooperación que puede ayudarnos.
A partir de la información que hemos recogido gracias a las preguntas mencionadas previamente, ya podemos imaginar cómo implicar a los miembros de la familia y si es necesario activar una red que implique a otros profesionales. De hecho, a menudo sucede que los niños asisten a repaso, con educadores que observan con un doble enfoque: emocional y educativo, y que ya se activan otros recursos locales (profesores a domicilio u otros). La educación intercultural exige y requiere trabajar en sinergia para cumplir con esas tareas que son importantes y fundamentales.
Métodos educativos basados en el entorno
Una vez recuperada la información esencial para asumir la responsabilidad de la forma más completa y atenta posible, es necesario diseñar un entorno educativo que implique al alumnado y permita la inclusión.
Como hemos visto en el apartado anterior, el entorno educativo tiene un doble significado: emocional y físico.
Si la integración se produce durante el curso escolar, es necesario preparar al grupo para acoger al recién llegado o a los recién llegados.
¿Cómo podemos preparar a nuestra clase para darle la bienvenida a un nuevo alumno?
En primer lugar, según los criterios de la EI, es necesario establecer un clima de diálogo (pero esperamos que este aspecto ya esté en marcha), explicando que se integra al grupo un alumno nuevo y anticipando las necesidades de éste. Sería conveniente preparar el lugar donde se sentará el recién llegado junto con la clase, para que se sienta acogido y para que el grupo se sienta implicado.
Preguntémonos si es conveniente que el primer día el profesor esté allí para recibir al recién llegado en la entrada con una pequeña representación de alumnos (dependiendo de la edad de los alumnos, por supuesto) y mostrarle los distintos espacios de la escuela.
También es muy importante aclarar e ilustrar las normas existentes en el aula, cada clase tiene las suyas. Tal vez involucrar al alumnado para que expliquen las reglas de convivencia. Cabe recalcar que, las reglas no deberían ser más de cinco, sobre esforzamos a nuestra mente cuando las reglas superan ese número.
En resumen, las normas son:
Métodos de enseñanza
Este es el campo en el que más se estimula y exige la adaptación.
La adaptabilidad o la flexibilidad, o quizás una mezcla de ambas, requiere que los profesores sean capaces de modificar y sean flexibles no con los objetivos de la enseñanza sino en los métodos para conseguir dichos objetivos. Recordemos que nadie puede quedarse atrás, no es imprescindible que todos tengan lo mismo, sino que se siga el principio de equidad, por ejemplo, “he visto de dónde partes, sé lo que tenemos que conseguir, y juntos decidiremos cómo hacerlo realidad”.
Ahora bien, es importante encontrar soluciones que apunten a la inclusión y la cooperación. Como pauta, podemos tener presente el Diseño Universal del Aprendizaje (UDL, por sus siglas en inglés), cuya última revisión fue en 2018.
El UDL es un modelo pedagógico que permite que la enseñanza se guíe por tres principios básicos, de acuerdo con la neurociencia:
El primer principio enfatiza lo que la neurociencia lleva años diciéndo: existe una estrecha correlación entre los procesos cognitivos y los sistemas motivacionales y emocionales. En el supuesto de que un estudiante sepa que ha tenido éxito en una tarea, estará más dispuesto a volver a aprender, a mantener un alto nivel de compromiso y a resistir la frustración. La investigación confirma la eficacia de las modalidades relacionales sugeridas para la EI: el conocimiento es siempre el resultado de un proceso cooperativo y conversacional, hecho de refuerzos continuos y constantes. Por lo tanto, podemos afirmar que el trabajo en pequeños grupos es la mejor manera de ayudar a los alumnos a aprender, a desarrollar la metacognición y a identificar las preferencias y los recursos, para poder integrarlos cada vez.
También se puede proporcionar a los alumnos ayudas/esquemas de referencia, a modo de metamodelo, que puedan utilizar para cualquier posible aprendizaje. Un modelo útil es el EPL2R (acrónimo de Encuesta, Pregunta, Lee, Recupera y Revisa) para la comprensión de textos.
A. Encuesta: echar un vistazo general al texto.
B. Pregunta: hacerse preguntas (teniendo un objetivo específico en mente).
C. Lee: leer cada párrafo, subrayar y escribir notas.
D. Recupera: hacer un esquema o mapa, repetir en voz alta.
E. Revisa: revisar utilizando el material en papel o en formato digital.
El segundo principio, la multiplicidad de medios de representación, es perceptible e intuitivo, pero podemos aclarar que lo primordial es que cada alumno aprende según diferentes canales preferenciales, por lo que el estímulo debe ser diferenciado y diferenciable.
No hay que pensar en grandes cosas, pero, por ejemplo, con los alumnos discapacitados (con trastornos visoespaciales, dislexia u otros) se pueden plantear materiales de estudio o de evaluación alternativos, con diferente espaciado, diferente organización del conocimiento como, por ejemplo, mapas conceptuales con ayudas iconográficas. El objetivo de los mapas, diagramas y ayudas gráficas es también facilitar la comprobación periódica, para no sobrecargar el sistema cognitivo, sino distribuir en otros sistemas y hacer que la memoria funcione mejor.
En cuanto al principio 3, proporcionar múltiples medios de acción y expresión, hay que disponer de más herramientas de verificación y estudio. Por ejemplo, algunos alumnos se desenvuelven mejor oralmente que por escrito y viceversa. Por lo tanto, hay que pensar en proporcionar procedimientos de comprobación mixtos, es decir, poder implementar diferentes formas de construir el conocimiento para cada alumno en particular. Los mapas mencionados, además de ser absolutamente apropiados para la transferencia de materiales didácticos a los alumnos, también pueden ser utilizados por estos, construidos según una guía para hacerles entender qué mapa es más útil (¿solo iconográfico? ¿Modalidad mixta?). Para los alumnos disléxicos, en cambio, podemos utilizar audiolibros o soportes de vídeo (ahora hay muchos vídeos gratuitos en sitios designados).
También es muy interesante, una vez identificadas las necesidades, la posibilidad de organizar el aspecto emocional de la clase.
Si durante la identificación de las necesidades y la observación de la clase salen a relucir algunas necesidades, podría ser útil organizar actividades de taller de teatro y arteterapia con el objetivo de reforzar el vínculo y reelaborar los sentimientos difíciles.
Estas iniciativas pueden ser utilizadas de manera colectiva y por toda la escuela con la organización de instalaciones y exposiciones temáticas, lo que sin duda ayuda a la inclusión y a la creación de valor.
Conocimiento organizado según un modelo práctico-experiencial
La metodología que aquí se propone trae consigo la oportunidad de poder poner en juego diferentes planes de aprendizaje, de manera que podamos facilitar la aparición de recursos y encontrar los canales preferidos de los alumnos.
Antecedentes
En una escuela primaria privada italiana, integran asignaturas para que los alumnos experimenten la complejidad del conocimiento.
La clase se forma con mucha antelación (un año de antelación con entrevistas personales de padres y alumnos con el director y el psicólogo de la escuela), se participa en jornadas de puertas abiertas con la opción “escuela abierta” en la que permiten a los futuros alumnos, por grupos reducidos, participar en clases en directo en la escuela.
Una vez iniciadas las clases, éstas se organizan en función de las sensibilidades y necesidades, y la enseñanza se aplica por “asignaturas”. Es decir, cada asignatura aborda el mismo tema desde distintos puntos de vista, de modo que, por ejemplo, experimentar el concepto de “árbol” significa aprender su ortografía, salir al campo y apreciar distintos tipos de árboles (ciencia), reproducir el susurro de las hojas (música), entre otros. Este enfoque permite al alumno aplicar distintas estrategias de aprendizaje y poder adquirir conocimientos en distintos formatos (según el modelo descrito anteriormente).
Por supuesto, la parte compleja desde el punto de vista de los profesores se refiere a la cooperación y a compartir los objetivos didácticos y de aprendizaje. Tener la oportunidad de conocer a los alumnos antes de la consolidación de la clase, ayuda a mejorar el plan de enseñanza interdisciplinario.